Acaba de ser publicado
en Ciudad de México: El Libro Blanco (2007-2013) de Augusto Rodríguez, en
Ediciones Botas. Una de las primeras editoriales de poesía de México que nace
en el año 1911. Algunos comentarios recientes sobre su poesía:
El libro de la
enfermedad de Augusto Rodríguez es un libro original, único en su especie. Leerlo es construir un
episteme poético.
Rafael
Courtoisie
Augusto
Rodríguez conoce bien los signos de la enfermedad, sabe de la furia necesaria
para defender del cáncer otras manos, otro estómago, otra sangre. Es niño y
hombre frente a una adversidad impronunciable que, por momentos, le significa
una derrota: “para qué seguir cuando mi padre respira por los orificios de la
muerte y la madrugada me trae el aroma de su perfume y su beso es un pez
enterrado en mi boca”. Pero su imaginario es portentoso y no se deja
oscurecer. El autor es capaz de un desdoblamiento que no cesa, una enunciación
ávida, devorante que, en sus momentos de mayor deslumbramiento, hace que el
lector, perplejo, se reconozca en todas las cosas del mundo, con un cuerpo que
va hacia la muerte lleno de órganos y amor y rebeldías y maldiciones como
sílabas que fueron hechas para bendiciones.
Daniela
Camacho
Augusto Rodríguez parece sin lugar a dudas un
poeta insólito, ajeno a la retórica que se ha puesto hoy en día de moda en
mayor parte de Hispanoamérica; aquella que apuesta más por la aventura del
lenguaje que por la sustancia humana y que se ha convertido en una fría
reflexión sobre sí misma y, que hace que los poemas se parezcan unos a otros
aunque los temas sean distintos. En este mundo tan dramático y tan heridos,
rodeado por los escombros, ruinas y desolación, he aquí unos maravillosos
ejemplos del autor de La enfermedad invisible, para una definición: el
poeta es: Una mano difusa que se sacude los animales dormidos… Una noche
con diecinueve cabezas arrojadas del fin del mundo (…) Leyendo este
poemario, cada instante me resonaba el hermoso verso de Walt Whitman:
“Camarada, esto no es un libro; el que lo toca, toca un hombre.”
Xhevdet Bajraj
Augusto
Rodríguez es, sin duda, uno de los poetas más significativos de su generación.
Sin gestos ni estridencias ha ido construyendo un pequeño universo poblado de
voces y de ausencias. Tiene la generosidad y la visión para entender que la
poesía, como dijo alguna vez Teillier, es un respirar en paz para que lo demás
respiren…
Mario Meléndez
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