Por Siomara España
Talentosa, talentosa sí, algunos lo entenderán tarde - siempre sucede- pero esas almas que pasan como un soplo, como un halo de luz son casi siempre imposibles de entender en toda su magnificencia.
Carolina Patiño se fue dejado huellas, pocas pero al fin y al cabo hondas huellas; con su existencia y su trabajo poético, apenas un libro, pero segura estoy que vendrán un par mas, libros póstumos, que quienes la quisimos, sentimos y conocimos estamos en la obligación de llevar a la luz.
Un día martes hace 88 años se dijo: Ha muerto Medardo Ángel Silva uno de los más jóvenes poetas guayaquileños (22 años) Ahora los poetas guayaquileños decimos: un día martes ha muerto la más joven poeta guayaquileña: Carolina Patiño Dueñas (20 años). Nos queda de recuerdo: su risa, sus ojos tristes, su fragilidad azul de mariposa, y el desconsuelo en el alma por no haber dado más, por no haber sido más. Nos regalo su corta vida… nos anticipó su muerte.
A UNA MARIPOSA
Te fuiste tan temprano
descalza entre las sombras
te has ido sin remedios
sin pastillas o doctores.
Te declaraste libre
con tu rostro azul de mariposa
y te fugaste una tarde
a bailar sobre tarimas de luciérnagas
a trovar con las estrellas
y a contarle historias a la luna.
Siomara España
*(Cortesía del grupo guayaquileño Re-verso)
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